Esta pizza realza todos los sabores: es atípica, sabrosa, aromática y dulce, goza de una agradable calidez y de una textura crujiente.
La base de esta pizza es clásica, con aceite de oliva, parmesano recién rallado y fior di latte. Añádele unos trozos de gorgonzola, unas hermosas lonchas de coppa di parma y melocotón en finas rodajas.
Hornéala en tu ETNA a 450 °C a fuego lento durante unos 90 segundos, o hasta que la corteza quede a tu gusto.
Al final de la cocción, añade un poco de tomillo fresco y culmina con un chorrito generoso de miel caliente.